Vocabulario bíblico “David”
1. Presencia permanente de David.
La figura de David, como hombre y como rey, tiene unrelieve tal que no cesa de ser para Israel el tipo del Mesías que debe nacer desu raza. A partir de David, la alianza con el pueblo se hace a través del rey,como lo hace notar Ben Sirá al final del retrato que hace de él Eclo 47,2-11.Así el trono de Israel es el trono de David Is 9,6 Lc 1,32: sus victoriasanuncian la que el Mesías, lleno del Espíritu que reposa sobre el hijo de Jesé1Sa 16,13 Is 11,1-9, reportará sobre la injusticia. Por la victoria de suresurrección cumplirá Jesús las promesas hechas a David Act 13,32-37 y dará ala historia su sentido Ap 5,5. ¿Cómo logró el personaje David este puestodistinguido en la historia de la salvación?
2. El elegido de Dios.
David, llamado por Dios yconsagrado por la unción 1Sa 16,1-13, es constantemente el «bendito» deDios, al que Dios asiste con su presencia; porque Dios está con él, prospera entodas sus empresas 1Sa 16,18, en su lucha con Goliat 1Sa 17,45ss, en susguerras al servicio de Saúl 1Sa 18,14 ss y en las que él mismo emprenderá comorey y liberador de Israel: «Por dondequiera que iba le daba Yahveh la victoria»2Sa 8,14.
David, encargado como Moisés de ser el pastor de Israel2Sa 5,2, hereda las promesas hechas a los patriarcas, y en primer lugar la deposeer la tierra de Canaán. Es el artífice de esta toma de posesión por lalucha contra los filisteos, inaugurada en tiempos de Saúl y proseguida durantesu propio reinado 2Sa 5,17-25 10-12. La conquista definitiva es coronadapor la toma de Jerusalén 2Sa 5,6-10, a la que se llamará «ciudad de David».Se convierte en la capital de todo Israel, en torno a la cual se efectúa launidad de las tribus. Es que el arca introducida por David ha hecho deJerusalén una nueva ciudad santa 2Sa 6,1-19 y David desempeña en ella lasfunciones sacerdotales 2Sa 6,17s. Así «David y toda la casa de Israel» noforman sino un solo pueblo en torno a su Dios.
3. El héroe de Israel.
David responde a su vocación con una profunda adhesión a Dios. Sureligión se caracteriza por la espera de la hora de Dios; así se guarda deatentar contra la vida de Saúl, incluso cuando tiene ocasión de deshacerse de superseguidor 1Sa 24 26. Es el humilde servidor, confuso por los privilegiosque Dios le otorga 2Sa 7,18-29, y por esto es el modelo de los «pobres» que,imitando su abandono a Dios y su esperanza llena de certidumbre, prolongan suoración en las alabanzas y en las súplicas del salterio.
Al «chantre de los cánticos de Israel» 2Sa 23,1 atribuyenlos levitas, además de numerosos salmos, el plano del templo 1Par 22 28, asícomo la organización del culto 1Par 23-25 y de sus cantos Neh 12,24.36.
La gloria religiosa de David no debe hacer olvidar alhombre; tuvo sus debilidades y sus grandezas; rudo guerrero, astuto también 1Sa 27,10ss, cometió graves faltas y semostró débil con sus hijos ya antes de suvejez; pero ¡qué magnanimidad en su fiel amistad con Jonatás, en el respeto quemuestra siempre hacia Saúl! algunos detalles revelan su nobleza de alma:respeto del arca 2Sa 15,24-29, respeto de la vida de sus soldados 2Sa 23,13-17, generosidad 1Sa 30,21-25 y perdón 2Sa 19,16-24. Por lo demás semuestra político avisado, que se granjea simpatías en la corte de Saúl y cercade los ancianos de Judá 1Sa 30,26-31, desaprobando el asesinato de Abner 2Sa 3,28-37 y vengando el homicidio de Isbaal 2Sa 4,9-12.
4. El Mesías, hijo de David.
El éxito de David hubiera podido hacer creer que sehabían realizado las promesas de Dios. Entonces una nueva y solemne profecía danuevo impulso a la esperanza mesiánica 2Sa 7,12-16. A David que proyectaconstruir un templo responde Dios que quiere construirle una descendenciaeterna(banah: «edificar»; ben: «hijo»): «yo te edificaré unacasa» 7,27. Así orienta Dios hacia el porvenir la mirada de Israel. Promesaincondicionada, que no destruye la alianza del Sinaí, sino que la confirmaconcentrándola en el rey 7,24. En adelante Dios, presente en Israel, le guía yle mantiene en la unidad por la dinastía de David. El salmo 132 Sal 132 canta el vínculoestablecido entre el arca, símbólo de la presencia divina, y el descendiente deDavid.
Así se comprende la importancia del problema de la sucesiónal trono davídico y las intrigas a que da lugar 2Sa 9-20 1Re 1. Ytodavía se comprende mejor el puesto de David en los oráculos proféticos Os 3,5 Jer 30,9 Ez 34,23s. Para ellos, evocar a David es afirmar el amor celosode Dios á su pueblo Is 9,6 y su fidelidad a su alianza Jer 33,20ss, «alianzaeterna, hechade las gracias prometidas a David» Is 55,3. De esta fidelidad nose puede dudar aun en lo más duro de la prueba Sal 89,4s.20-46.
Cuando se cumplen los tiempos se llama, pues, a Cristo«Hijo de David» Mt 1,1; este título mesiánico no había sido nunca rehusado porJesús, pero no expresaba plenamente el misterio de su persona. Por eso Jesús,viniendo a cumplir las promesas hechas a David, proclama que es más grande queél: es su Señor Mt 22,42-45. No es solamente «el siervo David», pastor delpueblo de Dios Ez 34,23s, sino que es Dios mismo que viene a apacentar y asalvar a su pueblo Ez 34,15s, este Jesús, «retoño de la raza de David», cuyoretorno aguardan e invocan el Espíritu y la esposa Ap 22,16s.
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