nº12 ¿Qué es la Tradición Apostólica.mp3
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nº12 ¿Qué es la Tradición Apostólica.mp3
Speaker [00:00:05] 12 de este compendio del Catecismo de la Iglesia Católica. Formula la siguiente pregunta Qué es la tradición apostólica y responde a la tradición apostólica? Es la transmisión del Mensaje de Cristo llevada a cabo desde los comienzos del cristianismo por la predicación, el testimonio, las instituciones, el culto y los escritos inspirados. Los apóstoles transmitieron a sus sucesores, los obispos y a través de éstos, a todas las generaciones hasta el fin de los tiempos. Todo lo que habían recibido de Cristo y aprendido del Espíritu Santo, es decir, Jesucristo, dio un gran mandato al mundo entero proclamando el Evangelio. Recordáis que en el punto anterior yo insistí en esa frase de Pablo Ay de mí, sino de evangelizar. Bueno, pero esa evangelización no comienza con nosotros. Es muy importante que entendamos esto. La evangelización no es una iniciativa mía particular o uno que se cree muy inspirado, que igual piensa. ÉL no tiene mucha originalidad. Se lanza en solitario a llevar adelante esa obra de predicación y de difusión del mensaje de Cristo. Sería sería absurdo. Sería un atrevimiento. Cada uno de nosotros, con los dones que Dios nos ha dado, que ciertamente cada uno tiene sus dones y esos dones diferentes dones, dones comunicativos, dones de estudio, dones intelectuales, dones de acción. Los carismas son muy diversos y todos los dones hay que ponerlos al servicio de la evangelización, pero, eso sí, sabiendo que no comienza con nosotros la evangelización, que nosotros nos estamos insertando en una historia de 2000 años, de esa transmisión del mensaje de Cristo y algo que nos va a garantizar que evangelizar bien es que nuestra nuestra acción evangelizadora se inserta en esa tradición apostólica de los 2000 años. Este punto de catecismo ha como desmenuzado, desmenuzado en cinco términos eso que durante 2000 años se ha ido, se ha ido comunicando y dice que esa es la transmisión del mensaje de Cristo. Se realiza primero por la predicación. Segundo, por el testimonio. Tercero, por las instituciones. Cuarto, por el culto. Quinto, por los escritos inspirados. Primero, por la predicación. Guardamos como oro en paño cómo ha sido la predicación en estos 2000 años, muchas veces en los que en el rezo del oficio de lecturas se proclaman los sermones de San Agustín de San Juan Crisóstomo. Cómo predicaron los santos? Cómo predicaron los padres de la Iglesia? Para nosotros son obras que son oro en paño. Escuchar la predicación, la predicación es muy importante para aprender también a predicar. Cómo se aprende a predicar? Escuchando la predicación, una buena manera de convertirnos en evangelizadores. Es que en nosotros haya una generosa. También escucha acogida de la predicación. Se aprende a transmitir recibiendo. No existe otra fórmula, se aprende a transmitir recibiendo. Yo a veces he dicho en plan de broma, pero bueno, si me permitís, la comparto con vosotros. Cómo se evangeliza? Control C Control Lube. Recibimos y lo transmitimos. Es verdad que cuando lo recibimos lo personalizamos, lo hacemos nuestro y después lo transmitimos. Primero, por lo tanto, la predicación. Segundo, el testimonio, el testimonio de los santos evangeliza. Dar a conocer la vida de los santos, dar a conocer tantísimas páginas maravillosas de la historia de la Iglesia. Es una manera de difundir el Evangelio. El maligno, el maligno, quiere que se difundan únicamente páginas negras de la historia de la Iglesia o le IET, o incluso únicamente páginas negras y no leyendas negras de la historia de la Iglesia, leyendas negras. Nosotros, sin embargo, tenemos que estar plenamente conscientes de que el Espíritu Santo ha obrado en 2000 años y ha hecho obras grandes, obras maravillosas, dar a conocer la vida de los santos, dar a conocer tantos episodios maravillosos. Esa es la segunda manera de evangelizar. La tercera vía a través de instituciones. Porque si en todo este tiempo el Espíritu Santo ha suscitado en la evangelización tantas cosas buenas, tantas obras, obras de evangelización, carismas. Para proclamar ante el mundo obras carita, obras caritativas diciendo Esto ha tenido que nacer del Espíritu Santo, fíjate esta obra de caridad, fíjate esta obra formativa, esta esta obra cultural. En la Iglesia hay multitud de obras de instituciones que bajo la acción del Espíritu Santo han surgido nuestros 2000 años y es bueno que seamos conocedores de toda esa riqueza. En cuarto lugar, el culto Lex Morandi Lex Tendí ha ido suscitando una a través del Don del Espíritu Santo, una liturgia, una expresiones de fe. El pueblo nos ha enseñado a rezar a través de tantas devociones que se han ido suscitando y todo ello ha enriquecido la capacidad de transmisión del mensaje. Y por último, escritos inspirados, escritos e inspirados. Algunos santos, especialmente, han recibido el don de tener una gran capacidad formativa, una gran capacidad formativa. Son especialmente lo que se llaman los doctores de la Iglesia y algunos de ellos han sido considerados como una joya en la historia, como puede ser, por ejemplo, Santo Tomás de Aquino, San Juan de la Cruz, San Juan de ávila, hoy tantisimos, Santa Teresa de Jesús, no tantísimos doctores en la historia de la Iglesia. Es una joya conocer, conocer todo ese depósito, a veces desconocedores de los tesoros que tenemos en casa. Nos vamos lejos a pretender no conocer novedades, novedades que nos acerquen a una, a un sentido espiritual de la vida, cuando resulta que tenemos auténticas auténticos tesoros en casa, tesoros que no hemos conocido. En definitiva, la transmisión del mensaje evangélico en estos 2000 años se llama la tradición y la tradición apostólica. Es verdad que se les ha encomendado especialmente a los sucesores de los apóstoles, que son los obispos, pero los obispos tienen como cometido el ser los principales, los primeros evangelizadores. Pero un buen líder es el que suscita liderazgo. Un buen pastor es el que suscita pastores. Es un evangelizador, es el que suscita evangelizadores. Y así ha sido en la historia de la Iglesia. Porque aunque se haya encomendado especialmente a los obispos esa tarea de evangelización, el don del espíritu ha demostrado que todo el cuerpo místico de Cristo se suma y se concentra en esta gran tarea de la transmisión del mensaje de Jesucristo, en el que tú y yo y cada uno de nosotros estamos llamados a insertarnos. Ay de mí, si no evangelizar.